Por Miguel Ernesto Salazar
A finales del 2021, el periodista estadounidense Abraham Mahshie, editor del Pentágono de Air Force Magazine, realizo una entrevista al Teniente General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Andrew A. Croft quien funge como adjunto militar del Comando Sur (US SOUTHCOM por sus siglas en inglés) con sede en Doral, La Florida. Croft, supervisa cinco componentes y tres grupos de trabajo conjuntos destinados a abordar “las amenazas a la forma de vida” de los Estados Unidos –y principalmente sobre las “amenazas inusuales y extraordinarias- desde el Caribe hasta el Ártico.
Recordemos que el Comando Sur es uno de los 11 Comandos Combatientes Unificados (COCOM) disgregados a nivel mundial que dependen del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. En su propio portal https://www-southcom-mil.translate.goog/ se aprecia claramente el alcance del Comando Sur en nuestra región: “SOUTHCOM es responsable de brindar planificación de contingencia, operaciones y cooperación en materia de seguridad en su área de responsabilidad asignada, que incluye: Centroamérica, Sudamerica, El Caribe (excepto estados libres, territorios y posesiones de EE. UU.). El Comando también es responsable de la protección de la fuerza de los recursos militares estadounidenses en estos lugares. SOUTHCOM también es responsable de garantizar la defensa del Canal de Panamá. Bajo el liderazgo de un comandante de cuatro estrellas, el personal de SOUTHCOM está organizado en direcciones, comandos componentes y Organizaciones de Cooperación de Seguridad que representan a SOUTHCOM en la región. SOUTHCOM es un comando conjunto compuesto por más de 1200 miembros del personal militar y civil que representan al Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Infantería de Marina, la Guardia Costera y varias otras agencias federales. Los servicios proporcionan a SOUTHCOM comandos de componentes que, junto con nuestro componente de Operaciones Especiales Conjuntas, dos Fuerzas de Tarea Conjuntas, una Fuerza de Tarea Conjunta Interinstitucional y Organizaciones de Cooperación en Seguridad, realizan misiones de SOUTHCOM y actividades de cooperación en seguridad. SOUTHCOM ejerce su autoridad de Comando Combatiente a través de los comandantes de sus componentes, Fuerzas de Tarea Conjuntas/Fuerza de Tarea Conjunta Interinstitucional y Organizaciones de Cooperación en Seguridad.”
Como nos señala el propio portal web del Comando Sur, sobre el Teniente General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Andrew A. Croft recae la responsabilidad operativa de más de 1200 militares y civiles, sin contar con la información de los integrantes de los mercenarios pertenecientes a las empresas o corporaciones de la guerra que hacen vida -o amenazan la vida- en este teatro de operaciones sobre el cual se desarrolla la vida política de las naciones de la región, desde el Rio Grande hasta la Estepa Patagónica. Es decir, el Subcomandante militar del Comando Sur de EE. UU., habrá tenido sobre su mirada algunos eventos acontecidos durante los últimos años en la región: el asesinato del presidente de Haiti, Jovenel Moïse a manos de mercenarios colombianos; el conflicto armado que vive el Arauca colombiano y la frontera con Venezuela bajo la direccionalidad de la inteligencia militar colombiana y bandas armadas vinculadas con el narcotráfico; la fallida y derrotada “Operación Gedeón” sobre Venezuela o el atentado con drones que se ejecutara contra el Presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
En resumen, Croft, es el responsable de poner sobre el terreno la doctrina de seguridad y defensa de los Estados Unidos. ¿Pero a cual Doctrina nos referimos? ¿Cuáles son sus elementos? ¿Cuál es su alcance? ¿Cuál es la amenaza que se cierne sobre los pueblos de Nuestra América bajo la falsa bandera de la democracia y la libertad que la Doctrina de Seguridad y Defensa de los Estados Unidos basa su razón de ser? Esta entrevista concedida por el Subcomandante militar del Comando Sur de EE. UU., nos dará luces sobre estas interrogantes.
Abraham Mahshie, empieza la entrevista con dos preguntas que nos van desmenuzando la Doctrina del Comando Sur “¿En qué se diferencia SOUTHCOM de otros comandos combatientes?” Ante la cual Croft responde sin vacilación: “Somos el único comando combatiente que tiene un subcomandante civil. Debido a que tenemos tantos países socios en el sur, y tantas embajadas y equipos de países con los que trabajamos, esa parte es muy importante”. La embajadora JEAN E. MANÉS, actúa como el puente con el Departamento de Estado. “América ha regresado, la diplomacia ha regresado”, señalaba Joe Biden al asumir la presidencia con el objetivo central. Durante su discurso al Congreso estadounidense el año pasado, Biden señalo: “Mis compatriotas estadounidenses, tenemos que demostrar no sólo que hemos vuelto, sino que estamos aquí para quedarnos y que no vamos a hacerlo solos. Vamos a hacerlo liderando con nuestros aliados”. Y Biden ha cumplido con su promesa, hoy han abierto por citar solo dos de los frentes más importantes, Ucrania y Taiwan que colocan el reloj del apocalipsis a solo 100 segundos del juicio final. De esta manera la diplomacia, es una de las patas de esta mesa llamada Doctrina. Una Diplomacia que no escatima en utilizar el chantaje, la amenaza y las políticas coercitivas contra los países que amenacen su forma de vida. ¿Y como refuerza el Comando Sur la política exterior? Nos preguntamos nosotros, “Soy el subcomandante militar y hago principalmente más de la parte militar de esto, que involucra a nuestros cinco componentes y nuestras tres fuerzas de tarea conjuntas, JIATF-Sur, tenemos JTF-Bravo en Honduras y JTF-GITMO en la Bahía de Guantánamo”, le señala Croft al periodista.
El dominio del teatro de operaciones empleando para ellos medios tecnológicos es otra de las patas de esta mesa “¿Cómo utiliza SOUTHCOM las capacidades espaciales?” Interroga a Croft el periodista: “Mucho de esto tiene que ver con el conocimiento del dominio. Desde el espacio, podemos rastrear la tala ilegal, la minería ilegal, la pesca ilegal. Muchos de ellos son solo datos de código abierto. Utilizamos productos espaciales de código abierto.Como ejemplo, en Perú, estábamos viendo imágenes espaciales de estas minas ilegales que están en el Amazonas y son terribles, destruyen totalmente la selva tropical. Puedes ver eso desde el espacio, desde productos espaciales disponibles comercialmente que nosotros vemos o ellos encuentran, y los compartimos”. Seriamos muy ingenuos en pensar que los medios de espaciales con los que cuenta el Comando Sur son empleados para combatir el cambio climático.
Imaginamos en algún momento por ejemplo que estos recursos son empleados por el Comando Sur para ver en tiempo real la disposición de las fuerzas militares que actúan en estos momentos sobre la fachada llanera entre Colombia y Venezuela. ¿Cuál es el tipo de información que proporcionan a sus aliados en Colombia? Hace poco salía a la luz pública algunos detalles de los operativos donde fueron abatidos dirigentes de las FARC-Segunda Marquetalia, Hernán Darío Velásquez (El Paisa) y Henry Castellanos (Romaña), ambos asesinados por un grupo de mercenarios, apoyados por grupos armados vinculados al narcotráfico y con la participación de la inteligencia militar colombiana. En palabras del Sub Comandante del Comando Sur, “Luego está la comunicación, obviamente, la navegación y el cronometraje, todas las cosas que normalmente hacemos con los satélites”. ¿Fueron estos elementos empleados para dar apoyo logístico y de inteligencia al grupo de mercenarios que abatieron al Paisa y Romaña? ¿Son esos recursos empleados para determinar el despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a lo largo y ancho del país? Creemos que con la capacidad tecnológica con la que dispone el Comando Sur es un elemento para ser tomado en cuenta. El dominio de todos los espacios es en definitiva una de las aristas que soporta la Doctrina de Seguridad y Defensa de los Estados Unidos y sobre la cual sus mandos están haciendo un esfuerzo especial para que la Inteligencia Artificial amplifique la toma de decisiones humanas, clasificar y compartir datos. El Plan del Pentágono, el cual el Comando Sur ejecuta, es la de crear un internet de las “cosas militares” totalmente interconectada y conectada, conocida como JADC2. Entonces imaginémonos un JADC2 caribeño.
Otro elemento importante para comprender la Doctrina del Comando Sur está sobre la visualización que se tenga sobre los enemigos y aliados de los Estados Unidos. ¿Cómo ve a China, Rusia y a sus aliados el teniente general de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Andrew A. Croft? Sobre esto el periodista lanza la interrogante. “La competencia de China y Rusia en este hemisferio se está volviendo feroz. ¿Cómo se asegura SOUTHCOM de que EE. UU., sea el socio elegido?”
Sin titubeos, Croft señala, “La proximidad importa”. Y prosigue: “Obviamente estamos aquí en Las Américas, culturas comunes, valores comunes. Aproximadamente del 20 al 25 por ciento de todos los estadounidenses procedían de América Central, América del Sur y el Caribe. El mayor porcentaje son de nuestra AOR (personal de reserva). En lugar de centrarnos simplemente en una capacidad militar como podría hacer Rusia o los chinos nos centramos en cosas como los valores, los derechos humanos, el Estado de Derecho, la democracia y los patrones de migración. Quiero decir, todas esas cosas que nos importan y que los chinos y los rusos no quieren, van a hacer cosas que simplemente los beneficien. Es muy transaccional si eres China y Rusia. El IMET, Educación y Entrenamiento Militar Internacional, es uno de nuestros mayores retornos de inversión en lo que respecta a la asociación a largo plazo con estas naciones”. Nuevamente los valores (los de ellos) son el espíritu de la Doctrina, el Estado de Derecho, la Democracia y la libertad. Habrá olvidado Croft que durante el 2020, militares de EE.UU. fueron denunciados por delitos sexuales o que la “democracia” estadounidense hace un año se estremeció –sigue estremecida- por el desconocimiento de Trump al triunfo de Joe Biden y el asalto al Capitolio que esta posición desencadenó.
¿Cómo compite Estados Unidos con armamento chino y ruso más barato en la región? Riposta el periodista sobre el Sub Comandante del Comando Sur: “Mantenga una buena relación, siga entrenando, siga haciendo compromisos. Ofrézcales algo que los beneficie. Lo que tenemos que hacer es entrar como socio de elección y ofrecerles una alternativa válida y asequible, en lugar de simplemente decirles: ‘No hagas eso’”. Esto como para dejarle claro al aliado que la Doctrina arropa la voluntad de explorar otros aliados no afines con “los valores comunes” presentes en la región.
Durante la entrevista el periodista Abraham Mahshie hace una pregunta clave. “Mucho de lo que hace SOUTHCOM está relacionado con la asistencia humanitaria. ¿Cómo promueve eso los objetivos de seguridad nacional de EE.UU.?”
Sobre lo que Croft señala: “Nos da acceso, presencia y asociación de antemano. Si tenemos que hacer algo como defender el Canal de Panamá, ya conocemos a todas las personas con las que vamos a trabajar. O, si vamos a contrarrestar las organizaciones criminales transnacionales, conocemos a las personas con las que queremos trabajar. Si los rusos van a enviar bombarderos a Venezuela nuevamente, sabemos con quién trabajar en Colombia. Es el acceso y la presencia que la asistencia y respuesta humanitaria hace por nosotros. También es basar. Entonces, nuestra base en la Bahía de Guantánamo, una base estratégica súper crítica, pero la usamos para responder al terremoto de Haití. Entonces, ejercitamos ese sistema”.
La falsa bandera de la “ayuda humanitaria” bajo la cual se ampara la Doctrina del Comando Sur, a los venezolanos en particular no nos debe parecer lejana ni ajena. Es un elemento empleado para intervenir en los asuntos internos de Venezuela. El 23 de Febrero de 2019, Juan Guaidó, ficha del imperialismo estadounidense para lograr sus objetivos sobre Venezuela, adelantó un conjunto de acciones agresivas junto a la estrecha colaboración del Gobierno Colombiano y el Grupo de Lima, pretendió vulnerar la soberanía nacional y desencadenar un conflicto armado que condujera al derrocamiento del Gobierno Bolivariano de Venezuela.
Fiel a lo respondido por Croft al periodista, tres aeronaves C-17, un modelo de avión estadounidense destinado al transporte militar pesado, partieron desde la base aérea de Homestead en Miami, Florida, en vuelo directo al aeropuerto de Cúcuta con la “ayuda humanitaria”.