UNA SOLA VOZ DE MANDO, LA PATRIA

Por Miguel Ernesto Salazar

Las grandes élites de los Estados Unidos están resueltas en aniquilar la idea Bolivariana de independencia e integración Latinoamericana levantada en este siglo XXI por el Comandante Hugo Chávez.

El último discurso de la Unión de Donald Trump en el Congreso Estadounidense con la presencia en dicho hemiciclo de Juan Guaidó reveló el consenso de la élite política, republicanos como demócratas, en incrementar las acciones contra el pueblo venezolano. Todas las opciones siguen estando sobre la mesa.

Basta tan solo observar las banderas de las Fuerzas Armadas yanquis flanqueando en el Salón Oval de la Casa Blanca a los pitiyanquis encabezados por Guaidó en su conversa con Trump.

Vale la pena también considerar la política desafiante del Gobierno de Trump en relación al aumento del presupuesto militar para potenciar su arsenal nuclear, se estima que para el 2021 el presupuesto ascienda a unos 45 mil millones de dólares. La última prueba de los Estados Unidos en un submarino experimentando el uso de un arma nuclear de «carga ligera» es propio de lo definido en el documento Nuclear Posture Review (NPR) o Revisión de la Postura Nuclear, doctrina reformulada por la administración Trump.

Ante este poderoso enemigo, la nueva Doctrina Militar venezolana sienta sus bases en la Guerra de Todo El Pueblo.

El Presidente Constitucional Nicolás Maduro ante esta amenaza real responde con la promulgación de la Ley Constitucional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, cuyo pilar está fundamentado en el protagonismo del Pueblo en Armas, representado éste principalmente en la Milicia Bolivariana. Para probar la nueva capacidad organizacional y operacional, se desarrollaron recientemente los Ejercicios Militares «Escudo Bolivariano 2020».

En Caracas, acudimos a los ejercicios realizados por la ADI 412 «Ezequiel Zamora», cuyo objetivo principal fue resguardar y defender el sarcófago del Libertador Simón Bolívar que reposa en el Panteón Nacional. Este ejercicio se desarrolló en todo el territorio nacional bajo las ordenes directa del Comandante en Jefe, Nicolás Maduro, el Ministro de la Defensa, el General en Jefe, Vladimir Padrino López y el Comandante del CEO, el Almirante en Jefe Remigio Ceballos.

Al Frente de más de noventa hombres y mujeres «preparados, entrenados y organizados», portando fusiles 7.62 y quince hombres y mujeres de la guardia de honor con fusiles livianos, en el Panteón Nacional está el Primer Teniente de la Milicia, Félix Elias Valles, Comandante de la APDI Altagracia bajo el comando del Coronel Amos Albelto Mendez Camacho. Con voz enérgica y firme, Valles da su parte a través de un radio que lleva su fervor patrio a los rincones de toda Caracas. Quince Zamoranos son los encargados de proteger el sarcófago y garantizar la seguridad de la vieja iglesia de la Santísima Trinidad constituida en Panteón Nacional durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco para albergar los restos de los próceres de la independencia e ilustres venezolanos que dieron su vida por la patria. Cada uno de las y los zamoranos presentes en el ejercicio, asumen con seriedad y con pasión la misión encomendada.

El ejercicio ha estado antecedido de un sin números de ensayos en los cuales, el Primer Teniente Valles busca la perfección de quienes están a su mando entendiendo la sagrada misión que le han dado.

Sobre los participantes, Milicia, militantes de los partidos de la Revolución, comunidades organizadas, cuerpos combatientes y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana presentes, está en el pensamiento lo hecho por el ejército de los Estados Unidos en Granada, Guatemala y Panamá.

Saben que ante una intervención militar de una fuerza extranjera, borrar los vestigios de quienes nos dieron la independencia ante el imperio español y arrasar con los restos de los inmortales que habitan para la eternidad el Panteón Nacional, son objetivos de la agresión que se teje en Washington. Preservar la idea Bolivariana es la misión a cumplir.

Para garantizar el cumplimiento de la misión, la orden de Valles es clara: «¡Una sola voz de mando, la Patria!». La unidad de quienes guían es vital para la batalla.

Una y otra vez, un grupo armado con fusiles 7.62 se despliega en la plazoleta del Panteón Nacional, mientras que las y los Zamoranos resguardan el sarcófago junto a quienes tienen el rol de pueblo durante el ejercicio. «Bolívar el pueblo está contigo», es un grito que retumba en los alrededores.

El Ejercicio es supervisado por los mandos militares a lo lejos del Panteón Nacional lo que está presente en todos los que participan en la actividad. Ningún detalle se pierde de vista, cada quien ocupa su lugar. Los encargados de sanidad observan y están pendientes ante cualquier eventualidad, quienes tienen la función de cubrir la retaguardia cumplen a cabalidad las instrucciones del Primer Teniente Valles impartidas a sus ayudantes.

Culminado el ejercicio, los miembros de la ADI 412 parten al Cuartel San Carlos, vieja edificación militar con una profunda historia y vivencia. Allí se alistarán para acudir a la Base Aérea Libertador donde prosiguen los ejercicios «Escudo Bolivariano 2020».

Fusil en mano la Milicia Bolivariana y en perfecto orden militar, hombres y mujeres se retiran entonando la «Marcha Épica”:

“A flor de piel, siento el amor, el patriotismo, la vergüenza y el honor, en mi fusil, el corazón, en la defensa integral de la nación. Sudor de patria en la guerrera, los milicianos trabajamos con afán.

No se equivoquen, imperialistas, que en el combate un pueblo unido enfrentará.

Cuerpos combatientes, Asegurando la revolución, Venceremos, como en abril,

Mi Comandante Chávez vive la patria sigue…»

El Padre Bolívar.

José Rolando Quintero Guerrero, Cabo Segundo de la Milicia Bolivariana (ADI 412) es de los que tienen el privilegio de resguardar y defender el sarcófago del Libertador.

«Mi objetivo es proteger al Padre Simón Bolívar, a la Patria», señala con un profundo sentimiento patrio al lado de sus «camaradas milicianos».

«Es un orgullo proteger a nuestro Padre Bolívar, nuestra sangre. A Bolívar lo llevamos en la sangre, con amor, con fuerza, con energía. Estar al lado de la Patria siempre que esté amenazada», comenta este cabo Segundo de la Milicia.

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