MANIFIESTO DE LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA Y DEL CARIBE.

A PROPÓSITO DEL BICENTENARIO DE LOS MOVIMIENTOS EMANCIPADORES  DEL CARIBE ENTRE 1823 Y 2023

El año 1823 constituye un lapso de la historia latinoamericana y específicamente del Caribe colonial, digno de ser recordado, celebrado y ensalzado por los hijos de la Patria Grande, por cuanto ese año se produjo un conjunto de iniciativas en varias de las islas que integran las Antillas y países del continente, encaminadas a lograr la definitiva liberación de importantes enclaves sometidos al poder metropolitano de la Corona española.

1.- El Águila Negra.- Ciertamente, faltando un año para que en la América Meridional culminase, con la jornada de Ayacucho del 9 de diciembre de 1824, el ciclo de las Independencias iniciado el 19 de abril de 1810 en Caracas, aconteció en distintas porciones de las Antillas, así como en localidades de Tierra Firme, actuaciones encaminadas a expulsar del Caribe los últimos enclaves de autoridad y dominación ultramarina. Y entre dichos sucesos destacan la constitución en Veracruz (México) de la Logia del Águila Negra el 30 de mayo de 1823, en cuyo programa destacaba como propósito la Independencia de Cuba. Dicha agrupación, cuyo miembro más destacado era precisamente el General Guadalupe Victoria, Presidente de México, constituiría pocos años después, una filial en Cuba.

2.- Antonio Valero: puertorriqueño y grancolombiano: Igualmente, en el curso de ese mismo año, el militar puertoriqueño Antonio Valero de Bernabé, quien había participado en operaciones del Ejército Mexicano que al mando de Agustín de Iturbide declaró la Independencia del territorio azteca, pedía su pasaporte apenas conocer que Iturbide había sido proclamado emperador bajo el nombre de Agustín I. Y Valero, cuyo nombre reivindica el gentilicio boricua, habiendo recalado en La Guaira, recibió nombramiento como oficial del Ejército Auxiliar que Venezuela enviaba al Perú, para dar término a la Gesta Emancipadora en los países del Sur y la creación de Bolivia. Valero se desempeñará como Jefe del Estado Mayor del Ejército Libertador y gozará de la elevada confianza del Padre de la Patria y creador de la Gran Colombia. Y muy seguramente sus pláticas con Simón Bolívar contribuyeron a definir la determinación que este último manifestó entre finales de 1824 y finales de 1827, de marchar al frente de sus tropas para libertar a Cuba y Puerto Rico. En este punto cabe recordar a María de las Mercedes Barbudo, quien en 1824 padeció cautiverio sin fianza en el Castillo San Cristóbal, por su promoción de las ideas y activismo emancipador, hasta escapar y exiliarse en Venezuela, En 1835 fue descubierta la conspiración de Las Carolinas, encabezada por Andrés Salvador Vizcarrondo.

3.- Soles y Rayos de Bolívar: Y en el curso de ese mismo año 1823, al interior de Cuba, se fragua un extendido movimiento conocido como Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar, que se vio debelado en Agosto de ese año, siendo apresados numerosos de sus integrantes, otros obligándose a pasar a la clandestinidad y una buena porción trasladándose al exilio, como fue el caso del joven poeta José María Heredia, quien años después alcanzaría celebridad continental con su Oda al Niágara. Varios venezolanos participaron en este movimiento. En Venezuela, varios de los emigrados cubanos encontraron una voz solidaria en su coterráneo Francisco Javier Yánez, avecindado en Tierra Firme desde antes del 19 de abril, y quien fuese elegido diputado al Primer Congreso de Venezuela, siendo uno de los firmantes del Acta de Independencia de Venezuela, derivada de la aprobación que dio dicho cuerpo constituyente, el 5 de julio de 1811.

4.- El designio de Simón Bolívar: Y apenas enterado del triunfo del General Antonio José de Sucre en la planicie de Ayacucho del 9 de diciembre de 1824, noticia que llegó a Lima al parecer al anochecer del día 19 de ese mes, el Libertador Simón Bolívar escribe al Vicepresidente de la Gran Colombia, Francisco de Paula Santander, a quien le comunica la trascendental nueva, a la vez que le asoma sus más recónditos pensamientos a propósito del brusco cambio que se deriva de la terminación de la guerra en Perú “Me parecía bien que el gobierno de -la Gran- Colombia, por los medios que juzgase, intimase a España que si en tanto tiempo no reconocía la Independencia de -la Gran- Colombia y hacía la paz, estas mismas tropas irían inmediatamente a La Habana y Puerto Rico”.

5.- Gestiones Civiles: Del mismo modo entre las distintas iniciativas que por ese año se adelantaban para conseguir Emancipación de Cuba y Puerto Rico, no es menor el empeño y gestiones de todo orden que por esos años adelantaban en pro de conseguir apoyo militar de la Gran Colombia distintos patriotas del Caribe, a los fines de expulsar de sus patrias el poder colonial español. Entre ellos destacaron el cubano José Aniceto Iznaga, quien viajó a Venezuela y el Perú buscando contactar al Libertador, para recabar su apoyo a la emancipación de la Mayor de las Antillas, así como el dominicano José Núñez de Cáceres. Este último, en su fervor patrio y luego de capitanear el acto de proclamación de la independencia de Santo Domingo, desplegó la bandera de la Gran Colombia, izándola en el Palacio de Gobierno, como emblema de la isla durante la primera independencia de la sección hispana de de esta isla binacional, haitiano-dominicana. Núñez de Cáceres se trasladaría luego a Venezuela en busca del Libertador para asegurar la anexión dominicana a la Gran Colombia; empero, el héroe caraqueño se encontraba por entonces al frente de las campañas del Sur. La última etapa de su vida Núñez la vivió en tierras mexicanas, donde falleció en 1846.

6.- Congreso Anfictiónico de Panamá: Punto central de la agenda que debía discutir el Congreso de Panamá, junto a la confederación perpetua para la defensa y creación de un ejército común era el de organizar una expedición para libertar a Cuba y Puerto Rico. Dichas ideas fueron expuestas por Simón Bolívar y su gabinete a los plenipotenciarios del Perú, donde el Libertador ejercía la dictadura, y de la Gran Colombia, nación cuya presidencia le tenía como titular en ausencia, en su condición de máximo conductor del Ejército venezolano y neogranadino-ecuatoriano.

7.- Juan Pablo Duarte – Betances y Manuel Rojas: Luego de 1830, desaparecido el Libertador Simón Bolívar y desintegrada la Gran Colombia, habría que esperar cerca de veinte años para que las ideas libertadoras, anfictiónicas y abolicionistas, recobrasen vigor en el Caribe insular y colonial. En República Dominicana descollá la figura de Juan Pablo Duarte, cuyas ejecutorias e ideario han inspirados las subsiguientes generaciones y distinguidísimos letrados como Pedro Henríquez Ureña y Juan Bosch. Y entre los hijos de Puerto Rico cabe singularizar la figura de Ramón Emeterio Betances, estimado por las nuevas generaciones de puertorriqueños como Padre de la Patria y cuyos escritos e iniciativas libertarias concitaron el interés de nuevas oleadas de luchadores, entre quienes vale la pena recordar a don Pedro Albizú Campos y, más recientemente a Óscar López Rivera entre otros. Betances supo “incorporar los fundamentos geopolíticos del pensamiento unificador, antillano y caribeño del Libertador Simón Bolívar, expuestos en la Carta de Jamaica como referente a sus propósitos antillanistas frente al conservadurismo político” [https://www.redalyc.org].

8.- Haití, Vigencia del “Petionismo: La relación dramática que a lo largo del siglo XIX sostuvo Haití con Santo Domingo, su vecina de habla hispánica dentro de la isla binacional La Española, conoció un lapso de mutua consideración y que se dio entre 1807 y 1818, a lo largo durante la Presidencia de Alexandre Petión. Conocer los componentes profundos del diferendo entre uno y otro hermano territorial, que pasa por la claridad estratégica de sus élites, el modo de sobrellevar, debatir y resolver las diferencias, con el supremo propósito de asegurar convivencia, relaciones pacíficas y la progresiva corriente integradora como patria común, se mantiene hoy, a doscientos años de aquellas tentativas emancipadoras del tiempo de Simón Bolívar y la Gran Colombia, como temas a ser abordados. Alexandre Petión supo ver en tiempo y espacio, a la distancia de kilómetros y centurias. En ningún momento patrocinó la incursión armada en República Dominicana con propósitos anexionistas en días en que el Ejército haitiano era numeroso y disponía de buenos oficiales y equipamiento sobre territorio dominicano.

9.- Santo Domingo y Haití: la Difícil Relación: De parte igualmente del Santo Domingo de habla castellana, antecedentes de dos siglos, apuntan a un margen de desconfianza respecto a sus hermanos haitianos, obviando de otra parte la herencia respetuosa del petionismo en cuanto al modo de tratarse con República Dominicana. Y al momento en que este último Estado dispuso de un Ejército medianamente organizado, hacia la cuarta década del siglo XX, bajo la jefatura de Rafael Leónidas Trujillo, este gobernante con ascendencia haitiana, precisamente ordenó en 1937, la Masacre del Perejil, para erradicar la población haitiana que residía en territorio dominicano, dedicada en su gran mayoría a labores agrícolas.

10.- Federación Antillana y “Patria Grande: La noción de Federación Antillana en una idea de la segunda parte del siglo XIX por Duarte, Betances, Anténor Firmin y otros propulsores del activismo caribeño. Dicha iniciativa debe reivindicarse y quedar inscrita en el marco de la idea-eje de “Patria Grande” propia del siglo XX y que encontró en el argentino Manuel Ugarte un postulador de primer orden.

PROPUESTAS

En vista de la magnitud y resonancia histórica del ciclo bicentenario de los movimientos y tentativas emancipadoras del Caribe, que eclosionaron en 1823, y visto el ciclo soberanista que en lo político y social tiende a reconstituirse en la presente década del siglo XXI dentro del continente latinoamericano y caribeño, se propone el siguiente conjunto de iniciativas:

A) Que los Presidentes, Parlamentos y movimientos sociales, con vocación soberanista e integradora de los países de la región, OFREZCAN UNA DECLARACIÓN mediante la cual se reivindique la historia común, la necesidad de redescubrir los símbolos de la identidad regional que dan significado a la construcción de la Patria Grande desde lo cultura y lo histórico de cada uno de los países de la región.

B) Ciclo de jornadas, UNESCO-Universidades-Academias y Otros instrumentos de diálogo y encuentro de la región, organicen Ciclos de Encuentros, Mesas de Trabajo, Foros, Seminarios y otras modalidades de formación y debate, con un Temario que contemple entre otros puntos:

1) Componentes Étnicos y No Discriminación Racial en la Construcción de Patria Grande Latinoamericana y Caribeña;

2) Cooperación Intra-Regional para la Erradicación de la Pobreza Extrema y la Exclusión;

3) Instrumentos de Cooperación para el Desarrollo: Rol del Estado y función social del capital privado;

4) El Bolivarianismo-Sanmartinianismo-Martianismo y Antillanismo como Fuentes Espirituales de la Integración Regional y Construcción de Patria Grande.

5) Movilizaciones Sociales Pro Integración: Que al interior de cada País de la Región, se promueva un ciclo de Movilizaciones Sociales pacíficas y de calle coincidentes, marchas, concentraciones y actos culturales, en los distintos países de América Latina y el Caribe, con objeto de gestionar y materializar los puntos anteriores.


SUSCRIBEN ESTE MANIFIESTO:

Por Venezuela: Néstor Rivero Pérez – Albert Reverón – Jesús Mujica Rojas – Miguel Ernesto Salazar – Erick Rodríguez Mieres – Corriente de Pensamiento Servir Al Pueblo/PSUV – Fundación «Hacer»

Quienes deseen adherirse al Manifiesto, pueden enviar su nombre, apellido y país desde donde se suscriben, al correo albertreveron@hotmail.com

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