Por Mayor. Rocio del Mar Riofrio Paredes / Oficial del Ejército Bolivariano.
“La información previa no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario”. Sun Tzu (544-496 a. C.)
Desde la más remota Antigüedad, cuando los hombres primitivos afilaban sus lanzas, comenzaban a hacer la guerra para ampliar sus dominios, luchando contra tribus rivales y enfrentadas a la adversidad de la naturaleza, es probable que se percataran de la necesidad de anticiparse a los planes de los oponentes, conociendo de antemano sus secretos. A la par que espiaban el campo enemigo, los hombres fueron perfeccionando sus armas y aprendiendo el arte de la guerra. De esa manera se sucedieron generaciones y períodos históricos, hasta que en los albores del siglo XX con la expansión del imperialismo, se dieron las condiciones socio-económicas y políticas que desencadenaron las dos guerras más pavorosas conocidas de la historia humana.
El uso de las redes de información durante las dos guerras mundiales, fue vital para el resultado de las operaciones bélicas de los países contendientes. Los Aliados y los países del Eje utilizaron tácticas de desinformación novedosas para encubrir sus planes. Posteriormente, durante la Guerra Fría, el uso de la tecnología aplicada a la difusión de la información y al acopio de la misma, implicó la asimilación de las técnicas surgidas gracias al salto tecnológico que propició el desarrollo de las telecomunicaciones, la informática y el uso de aviones y satélites espías.
En tal sentido, de acuerdo a lo expresado por Greenwald (2014), en el libro: Snowden: Sin un lugar donde esconderse, se afirma lo anteriormente planteado, dando importancia al uso de las tecnologías y desarrollando la modalidad del espionaje para garantizar la estabilidad de los gobiernos en la página 14:
Tras la Segunda Guerra Mundial, el Ministerio para la Seguridad del Estado de Alemania Oriental, conocido popularmente como Stasi, llegó a ser sinónimo de intrusión gubernamental en la vida privada. Y más recientemente, cuando las protestas populares de la Primavera Árabe pusieron en jaque el poder de los dictadores, los regímenes de Siria, Egipto y Libia empezaron a espiar el uso que los opositores internos hacían de internet.
A pesar de los avances de la Ciencia y su aplicación científica, aún hoy, se hace más confiable el ser humano como la columna vertebral en el manejo de redes de información.
Ya en la Biblia (1991) en el antiguo testamento, en el Libro de Numero se menciona la misión a doce espías en el capítulo 13:
Y Jehová hablo a Moisés, diciéndole: 2 Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán,…17 Los envió pues Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte, 18 y observad la tierra como es, y el pueblo que la habita, si es buena o mala; y como son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas; 20 y como es el terreno, si es fértil o estéril, si en el hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país.
Se halla la primera evidencia escrita del uso de los espías en la Antigüedad. Según las Sagradas Escrituras, estos doces espías, uno por cada tribu iniciaron esa misión de investigación sobre la tierra de sus enemigos, cuando regresaron de los doces solo dos dijeron la verdad de lo que habían encontrado, de doce solo dos cumplieron la misión tal cual, un indicio de lo complejo que son las misiones de inteligencia y la importancia de tener personal comprometido para el fiel cumplimiento de los objetivos.
En el siglo IV A.C., ante las sospechas de un general ateniense de que su ejército estaba infiltrado por espías enemigos, mandó a formar a su tropa y ordenó que cada hombre interrogara exhaustivamente a su vecino. Los informantes fueron así desenmascarados.
Durante la expedición de Alejandro Magno a la India, los macedonios ignoraban que los habitantes del país utilizaban elefantes en el combate. La falta de un servicio de información o los fallos en su funcionamiento pusieron en peligro a las victoriosas tropas de Alejandro. Sólo gracias a la destreza de Alejandro en la estrategia pudo el ejército macedonio salvarse de la derrota en la batalla del Hidaspes. Precisamente fue Alejandro Magno el primero que utilizó la censura postal como medio de inteligencia.
En el año 334 A.C., cuando el ejército macedonio se enfrentaba al emperador persa Darío III, comenzaron a surgir señales de descontento entre los hombres de Alejandro. Para descubrir las causas del malestar, el monarca macedonio ordenó levantar la prohibición de comunicarse con los familiares, establecida al comienzo de la expedición. A los pocos días, los correos partieron con las cartas enviadas por los soldados a sus familiares. Fue entonces cuando Alejandro detuvo a los correos en el camino y junto a sus oficiales estudió con detenimiento las cartas. Las misivas revelaron las causas del descontento y también los nombres de los causantes de los desórdenes.
También en los albores del siglo IV A.C., en la época en que China pasaba por lo que se llama Los Reinos Combatientes, una suerte de Renacimiento que siguió a la era llamada de la Primavera y el Otoño, cuando se reestructura el ejército, comienza la firma individual y la noción de originalidad en la literatura, apareciendo los diálogos filosóficos, se da a conocer el Arte de la Guerrade un, supuestamente, general chino nombrado Sun Tzu. Esta obra llegó por primera vez a Europa en la etapa anterior a la Revolución Francesa, gracias a una breve traducción hecha por el sacerdote jesuita J.J.M. Amiot. Posteriormente, en las diferentes traducciones que se han realizado hasta el presente, se nombra ocasionalmente al autor como Sun Wu o Sun Tzi.
Aunque los especialistas chinos y los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la datación exacta del texto, todo indica que su autor era alguien que conocía la dirección de la guerra al más alto nivel, y que sus consideraciones acerca de la necesidad y utilidad de los servicios de información siguen siendo, veinticuatro siglos después, frescas y actuales. El foco de la filosofía de Sun Tzu desarrollada en el Ping Fa sobre la guerra descansa en estos dos principios:
“Todo el arte de la guerra se basa en el engaño”.
“El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar”.
Sun Tzu en su libro El Arte de la Guerra clasificaba a los informantes en cinco tipos:
1-Informantes nativos: se contratan entre los habitantes de una localidad.
2-Informantes internos: se contratan entre los funcionarios enemigos.
3-Informantes dobles: se contratan entre los espías enemigos.
4-Informantes liquidables: transmiten falsos datos a los espías enemigos.
5-Informantes flotantes: vuelven para traer sus informes.
Según Sun Tzu, el soberano que poseyera a los cinco tipos de agentes, tenía en sus manos la telaraña mágica de la guerra secreta, pues no resultaba ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo. El general chino aconsejaba, además, tratar bien a los informantes propios para que no se convirtieran en renegados y trabajaran para el enemigo.
Las criadas y sirvientas eran generalmente esclavas, por eso era frecuente que escuchasen las conversaciones de sus amos. También las adivinas y las curanderas que viajaban entre ciudades obtenían confidencias de personajes importantes. Pero el mayor número de mujeres espías se daba entre las prostitutas y las cortesanas. Un ejemplo de esto lo tenemos en Chanakya (350-283 A.C.), el creador del más grande imperio indio, el cual empleaba las llamadas visakanyas (doncellas envenenadoras), jovencitas cuyos cuerpos eran impregnados con veneno que se transmitían con el solo contacto de su piel. De esa manera eliminaba a sus rivales políticos.
En el libro Arthasastra de Kautilya, se habla de la importancia de los espias y las labores de recaudación de información indicando que : “el gobernante debe descubrir la pureza o impureza de sus funcionarios por intermedio de los espias”.
En plena segunda guerra púnica (siglo III A.C.), el famoso Aníbal organizó una buena red de información, sirviendo el mismo como controlador de red de información al disfrazarse con una peluca y falsa barba para penetrar en el campamento romano.
Cerca del Mar Negro, en las llanuras de Anatolia, en el siglo I A.C., un niño de once años aprendió a convertirse en el primer gran jefe de red de información en de la Historia. Se nombraba Mitrídates y, a pesar de su exilio forzoso, era el heredero del trono del Ponto. El niño había sido desposeído por su propia madre. Durante su infancia terrible, acabó errando por la actual Turquía. Así estuvo conociendo el territorio estableciendo fuentes de información, hasta que pudo regresar y derrocar a su madre.
Mitrídates aprendió de joven el arte del manejo de redes de información y aplicó sus lecciones con brutalidad. Usando el engaño se infiltró disfrazado en la corte y se hizo con el poder. De ahí viene el mito Mitrídates: el rey que todo lo ve.
El rey del Ponto, fue uno de los gobernantes más famosos de la Antigüedad. En su lucha contra un rival más poderoso (Roma), Mitrídates se fingía amigo de los pueblos subyugados por las legiones romanas. Los informantes del rey del Ponto actuaban sin descanso en las distintas posesiones de Roma en Asia y Grecia, y sacaban fruto del descontento allí reinante. Mitrídates conocía perfectamente la situación política interna de Roma, dividida por la guerra civil entre los partidarios de Mario y de Sila, y lograba conocer de antemano los sucesos que habrían de producirse en Roma para utilizarlos en su provecho. Mitrídates usó la inteligencia militar para extender su imperio. Invadió Crimea, marchó sobre Grecia y lanzó una cruzada para expulsar a los romanos de Asia Menor.
Cuando la conquista de las Galias, Julio César envió al campo enemigo a informantes portadores de noticias falsas. Otros emperadores romanos como Tiberio o Domiciano (siglo I A.C.) poseían verdaderos ejércitos de informantes que vigilaban a todos los sospechosos opuestos al poder de Roma. Posteriormente, en el siglo I, fue creada La Cauta, el primer servicio secreto, que se encargó de vigilar y controlar a los poderosos de la sociedad romana y a los enemigos externos. El jefe de La Cauta fue Casio Querea, militar romano que llegó a ser comandante de la guardia pretoriana del emperador Calígula.
Podemos apreciar la importancia desde los tiempos remotos para los gobernantes y jefes militares el manejo de redes de información, para la toma de decisión y poder realizar sus planes a corto, mediano y largo plazo.
Actualmente, en nuestra nación, ha surgido un gran incremento de las actividades enemigas y delictivas en la sociedad, esa sociedad abarca a civiles y militares.
En el libro Batallas Decisivas del Mundo Occidental y su Influencia en la Historia, Fuller (1961), indica que:
Podrá ponerse en duda que la guerra haya sido un factor necesario en la evolución del género humano, pero existe un hecho acerca del cual no cabe discusión, y es el que desde los más remotos tiempos hasta la época actual, la guerra ha sido la preocupación constante de los hombres. (p.7)
Y para poder hacer la guerra se requiere información, tanto de nosotros mismos, como de los posibles enemigos, y esa información se obtiene por informantes, establecidos y controlados mediante el empleo de redes de información.
Desde el año 1999 con la llegada de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez Frías y posteriormente nuestro Comandante en Jefe, Nicolás Maduro Moros, las formas de agresión directa e indirecta, así como las modalidades de líneas de actividad enemiga para desestabilizar al país han sido variadas. Los ataques no han cesado incrementándose entre ellos la modalidad de captación de profesionales militares y funcionarios públicos desde el 2007 hasta nuestros días. Diversas han sido las causas y condiciones por las cuales algunos de nuestros profesionales militares y funcionarios públicos han sido captados por el enemigo. Los objetivos son principalmente obtener información de la capacidad combativa, porcentaje de apresto operacional de nuestras unidades y conservación de los sistemas de armas que posee el país. El reclutamiento de estos profesionales militares y funcionarios públicos ha ocasionado un impacto negativo, sin embargo nuestro sistema de inteligencia y contrainteligencia militar ha venido descubriendo y cortando este tipo de actividades enemigas para garantizar la protección a la patria. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha creado todo un sistema humano y tecnológico para descubrir, prevenir y cortar este tipo de actividad, lo que ha permitido generar las recomendaciones necesarias para que se tomen las decisiones acertadas en cuanto a la seguridad y estabilidad de la patria, en medio de las agresiones economicas e imperiales contra nuestro país.