VENEZUELA LIMITA AL OESTE CON LA OTAN

Por Daniel Pali (Bogota-Colombia)

Buscaremos en el presente artículo reflexionar sobre el papel de Colombia como eje de la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- en Suramérica y su encuadre de agresión hacia la Revolución Bolivariana. Para esto valoraremos en su justa medida la condición de asociado de la OTAN que ostenta Colombia desde el año 2017, así como la intensiva diplomacia OTAN que realiza el actual presidente Duque; elementos que nos permiten afirmar que al oeste de Venezuela no está Colombia sino la OTAN.

En mayo de 2017 Colombia se incorpora a la OTAN en calidad de “asociado”, lo cual es un estatuto previo a la condición de “miembro”. Desde su incorporación bajo el gobierno del saliente presidente Juan Manuel Santos, y durante el actual mandato presidenial de Ivan Duque, Colombia ha realizado una intensa labor de aproximación y trabajo con la OTAN.

El acercamiento OTAN-Colombia se ha venido fortaleciendo desde entonces. El 7 al 10 de octubre de 2019, una delegación de la OTAN del Estado Mayor Internacional de la OTAN (IMS) encabezada por el Mayor General Jan Toft, Director de la División de Seguridad Cooperativa, viajó por primera vez a Colombia para sostener las Conversaciones del Estado Mayor OTAN-Colombia. La delegación militar de la OTAN realizó reuniones con los altos mandos de todas las fuerzas(Armada, ejército, Aviación) también visitó el Fuerte Tolemaida y la Base Aérea Palanquero.

Para finales de ese  octubre de 2019 se da la visita el canciller de Colombia  a la sede de la OTAN. En el marco de esta el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó: “Nuestra asociación es buena para Colombia y buena para la OTAN”, y destacó también que la asociación haya crecido constantemente. (NATO.int, 2020).

El presidente Juan Manuel Santos activa la participación de Colombia en la OTAN en la coyuntura en que se había realizado la desmovilización de las guerrillas de las FARC-EP y el país según el acuerdo para la terminación del conflicto de La Habana, debía encaminarse a una era de paz. La intuición nos permite inferir que el objetivo se enmarcaba en la racionalidad geo militar no de Colombia sino de los Estados Unidos en su alineamiento de agresión hacia Venezuela. Veamos esto con detenimiento.

Según sus estatutos oficiales, “La OTAN es una organización internacional de carácter político y militar, cuyo objetivo es garantizar la libertad y la seguridad de sus miembros a través de medios políticos y militares.( nato.int,2020)

El elemento central de esta alianza está dado por el artículo 5 de su tratado constitutivo en Washington el 4 de abril de 1949, el cual plantea: “Las partes convienen en que un ataque armado contra una o contra varias de ellas, acaecido en Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contra todas ellas  (…)”. (Nato.int,1949)

Teniendo en cuenta lo anterior y explicando nuestra intuición, al ser Colombia parte de la OTAN, así fuese en su condición inicial de asociado, el juego estaba determinado en lograr bajo diversas opciones de operaciones sicológicas crear un falso positivo de ataque de Venezuela a Colombia, situación en la cual la justificación legal de involucramiento de todos los países OTAN en la “defensa” de Colombia estaba garantizada. Estados Unidos tendría no solo el marco de justificación que le permitiría saltarse las resoluciones del Consejo de Seguridad del la ONU y el control del congreso norte americano, sino una distribución de costos financieros y políticos entre todos los países OTAN.

En este diseño estratégico vemos la continuidad en la política militarista de Colombia  y su intensión de agresión a Venezuela por parte de las dos fracciones oligárquicas, sin importar la figura presidencial del momento. Tanto la globalista financiera representada por Juan Manuel Santos, que vincula a Colombia a la OTAN, como la fracción paramilitar terrateniente representada por Ivan Duque y su ventrílocuo Alvaro Uribe, que profundiza  la relación con la OTAN, están en dirección a la destrucción de la Revolución Bolivariana. No podría ser de otra manera dado que en política internacional y nacional, la élite colombiana es tributaria muda de las decisiones de EEUU.

El orden de poder dominante en Colombia fue incubado a lo largo de todo el siglo XX por EEUU a partir de las cuotas de mercado que daba a su primaria economía. Colombia es el país de América Latina a lo largo del siglo XX con más bajo nivel de inserción internacional (Greco,2020) , la cual se dio de manera limitada a partir de la exportación de café y petróleo. (Gráfico N°1)

Gráfico N° 1. Exportaciones como porcentaje del PIB países Latino Americanos.(1870-1992)

Fuente: Fuente: Greco, 1999

La condición primario exportadora de Colombia tuvo en el café su producto central de exportación durante todo el siglo XX y a Estados Unidos como el mercado del 90% de su exportación, igual con sus otros productos como petróleo o banano. Dramáticamente Colombia se ha amarrado a EEUU, las crisis del país del norte o sus cierres unilaterales de cuotas de compra  son las crisis en Colombia. (Gráfico N° 2)

Tabla N° 1 Porcentaje de Exportaciones Colombia por producto siglo XX

Fuente: Greco, 1999

Aun en años recientes, a pesar del esfuerzo de divesificación de mercados, Estados Unidos sigue siendo el mercado central.(Gráfico N° 1)

Gráfico N° 2. Destino de las exportaciones Colombianas en años recientes

Fuente: trade.nosis.com 

A la subordinación económica le ha sido colateral el servilismo político, en toda la extensión y profundidad de la frase, Colombia ha sido y es “el perrito faldero de los Estados Unidos”, llegando a ser el Israel de América, en el sentido de ser un enclave político y militar del imperialismo para actuar en cualquier aventura de agresión que éste le indique. Así lo indica la participación colombiana en Corea (1951-53) o el Sinaí (1981); o a principios del siglo XX la nula reacción contra la invasión y robo de Panamá por parte de Estados Unidos en 1900, sobre este evento el presidente José Manuel Marroquín al entregar el gobierno en el año 1904, dijo la pérfida frase: “Yo no sé por qué se alteran con lo de Panamá, si yo recibí un país y les devolví dos”.

Esta condición de alineamiento existencial con las decisiones estratégicas de Estados Unidos ha tenido su momento cumbre en el desarrollo del Plan Colombia, el cual estuvo orientado a la destrucción político y militar de la resistencia insurgente colombiana. Este plan fue elaborado dese 1999 en el gobierno de Andrés Pastrana,durante el año 2.000 y 2.001 se realiza la aprobación en el congreso de EEUU de 9 mil millones de dólares anuales para este plan,se asigna el 4,9% del pib colombiano en presupuesto adicional,  se ejecuta la reingeniería militar del ejército colombiano, para entrar en operaciones en el 2002 al asumir la presidencia Álvaro Uribe Vélez quien declara la guerra total a las FARC-EP.

El Plan Colombia no solo transforma las fuerzas militares en número (De 150.000 a 450.000 efectivos) y capacidad de combate, sino que permite que la oficialidad militar norte americana gane el comando y control de las Fuerzas Militares Colombianas de manera directa. En todos los ámbitos de desempeño, desde  inteligencia, ciberdefensa, guerra electrónica, movilidad estratégica y táctica, control del espacio terrestre, control del espacio aéreo, control del espacio marítimo y fluvial, y fuerzas especiales, la presencia de oficiales de Estados Unidos estuvieron y siguen estando al mando.

Aunque en la confrontación desarrollada en los diversos teatros de operaciones teníamos la evidencia de la presencia de tropas de Estados Unidos, ésta se hizo pública y en el año 2013 cuando la prensa norte americana publica un informe detallado de la presencia de EEUU en tareas de inteligencia con la implicación de la CIA en terreno, así como la participación de oficiales en los diversos operativos del Plan Colombia que dieron muerte a los principales comandantes de las FARC-EP.( washington post,2013)

Durante los años de confrontación militar, Estados Unidos no tuvo bases militares permanentes en Colombia, sin embargo en el 2009 el gobierno Colombiano firma un convenio con Estados Unidos para permitir la presencia permanente de tropas y la utilización de las bases colombianas de Palanquero, Apiay, Bahía Málaga, Tolemaida, Malambo, Larandia y Cartagena.

La reacción de la oposición política con una demanda ante la Corte Constitucional frena esta iniciativa, dado que cualquier presencia de tropas extranjeras debía ser autorizada por el Congreso de la República. La Corte ordena que este convenio sea revisado por el Congreso, sin embargo el entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos y el presidente Álvaro Uribe Vélez no lo presentan y deciden activar mecanismos informales de presencia de Estados Unidos apoyados en anteriores convenios de asistencia militar.

Toda la presencia de la oficialidad de Estados Unidos en las operaciones de  mando y control de las fuerzas militares colombianas se ha hecho bajo el artificio de la asistencia tecnico militar, durante todo el tiempo de desarrollo del Plan Colombia, hasta hoy 2020, la presencia de oficiales asciende a 1.000 unidades, sin contar los más de 3.000 agentes de inteligencia de la CIA desplegados en todo el territorio con énfasis en la frontera colombiana con Venezuela.

Pero Estados Unidos no desiste en concretar una presencia directa de acción y reacción militar, en Junio de este año el gobierno intenta firmar un nuevo convenio que autorizaba la presencia de una brigada de 800 unidades de fuerzas especiales de EEUU. De nuevo la oposición y su activo debate en el Congreso de la República frenaron la iniciativa.

Digamos finalmente que la obsesión de EEUU por consolidar un marco de presencia total en Colombia transvestida como OTAN no terminará. Desde la perspectiva de Estados Unidos al Este de Colombia está Rusia y China, esto define y definirá un curso de acción en el marco de su nueva estrategia de defensa nacional (defense.gov,2018)), la cual tiene como elementos centrales:

  • Restaurar la ventaja competitiva de Estados Unidos impidiendo que sus rivales mundiales Rusia y China desafíen a Estados Unidos y a nuestros aliados.
  • Para evitar que esos rivales desequilibren el actual orden internacional.

Esta consideración, más la apreciación inicial en la que afirmamos que al oeste de Venezuela está la OTAN, no Colombia, nos permite valorar la extensa frontera Colombo-Venezolana como un teatro geomilitar de la misma importancia y magnitud del Estrecho de Málaca, El Mar de la China, el estrecho de Ormuz o el Medio Oriente.. Todo esto tendrá implicaciones decisivas para la paz de nuestra región.

BIBLIOGRAFÍA

GRECO, Grupo de Estudios del crecimiento económico Colombiano. El crecimiento económico Colombiano en el siglo XX. (1999).

NATO.INT.(1949). Tratado del Atlántico Norte.Washington DC, 4 de abril de :https://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_17120.htm?selectedLocale=es

WASHINGTON, post.(2013). https://www.washingtonpost.com/sf/investigative/2013/12/21/covert-action-in-colombia/?utm_term=.8d1d18c6f7f4

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